jueves, 23 de abril de 2009

Balon Inteligente


Muchos se preguntan qué sería del fútbol en nuestro país si se acabase con las polémicas que surgen cada domingo. Muchas veces se habla de ese balón inteligente, que ayudaría al árbitro a tomar algunas decisiones, pero parecía que nunca se iba a poner en práctica. Sin embargo, durante el Mundial de Clubes celebrado el pasado diciembre en Japón se puso a prueba una nueva versión del mismo.

Desarrollado a medias entre Adidas y Cairos Technology, este nuevo balón reglamentario lleva un chip en su interior que indica si el balón ha traspasado la línea de meta. En ese caso, los árbitros reciben el mensaje “gol” en unos relojes de pulsera especiales. No es que este tipo de jugadas, conocidas como “goles fantasma”, se den muy a menudo en los partidos, pero pueden ser decisivas en el resultado final.

Según los datos facilitados por la FIFA, no importa lo fuerte que se le pegue al balón, el chip nunca resultará dañado. Además, la señal que emite está perfectamente encriptada, para evitar que alguien la interfiera. Por otra parte, los equipos que participaron en el Mundial estuvieron entrenando con ellos sin llegar a diferenciarlos de los balones corrientes.

Si esto empieza a funcionar se podrían poner en peligro las charlas del bar, las portadas de los diarios deportivos y lo que para muchos aficionados es la salsa del deporte rey. Pero seamos sinceros, a todos nos fastidia perder una quiniela porque el árbitro dio por bueno un gol que, en realidad, no era gol, o viceversa.

Preguntas:
¿Este tipo de tecnologías resta autoridad o hace perder importancia al juez o árbitro en la dinámica del juego?

¿Con esta tecnología se pierde la esencia del juego o es de vital importancia para evitar polémicas?

Lanzamiento del Speedo LZR Racer


Las agencias de noticias no tardaron en distribuir las bondades del nuevo bañador a sus suscriptores y estos lo plasmaron en radios, televisiones y periódicos. Para ello, Speedo se armó de argumentos: puso a disposición de las cámaras fotográficas a un puñado de los mejores nadadores del mundo, una cuidada puesta en escena y un mensaje cargado de palabras de éxito: el mejor, el más veloz, NASA, tecnología, Phelps.
Con estos ingredientes, la difusión ha sido importante hasta en España, donde cuatro gatos sabe quien es Leisel Jones. Hace justo 1 año que Speedo lanzaba el Fat Skin Pro
El nuevo bañador, bautizado como LZR racer, deja atrás el nombre de la saga de “Fast Skin” tiene como principal virtud el tejido con el que lo construyen, el LZR Pulse, un tejido liviano, que repele el agua que según los datos de la multinacional reduce la vibración del músculo y de la piel mediante una cuidada compresión.
Otra de las virtudes, según sus diseñadores, es que reduce la resistencia al agua en un 10% y mejora en un 5% la toma de aire de los nadadores respecto de las anteriores versiones de la marca. Para el desarrollo del nuevo bañador han participado consultores provenientes de la NASA, la agencia aerospacial norteamericana y se ha afinado en el Instituto Australiano del Deporte y la Universidad de Otago en Nueva Zelanda.
Aunque se ha especulado que el bañador será estrenado el próximo fin de semana, en el Gran Prix de Missouri, no hemos encontrado ningún lugar donde lo confirme y conociendo la estrategia de marketing de las multinacionales no nos extrañaría demasiado que no lo hicieran hasta estar seguros que Phelps pueda abordar la rebaja de un record del mundo.
El precio parece que será prohibitivo, aunque aún está por confirmar en nuestro país, así como su disponibilidad. Speedo ha anunciado que suministrará para Pekín bañadores con colores personalizados a las selecciones de USA y Australia mientras que el resto deberán conformarse con el modelo de color negro. El periódico inglés The Times ha anunciado que el precio será de 325 libras esterlinas, equivalente a 436 euros.


Preguntas:
¿Es o son validas estas formas de mejorar tiempos (como se vio en los últimos juegos olímpicos de Beijing) en natación, a través de agentes externos y no mediante el entrenamiento?


¿Debería normar la FINA (Federación Internacional de Natación) los materiales y confecciones de nuevos trajes de baño?